Abstract:
El malatión es un plaguicida organofosforado utilizado para destruir las
plagas o mitigar sus efectos nocivos. En los humanos su ingreso al
organismo es por las vías dérmica, respiratoria y digestiva. Se distribuye
ampliamente en los tejidos corporales y es biotransformado
fundamentalmente en el hígado generando un metabolito tóxico (malaoxon)
que puede dañar la estructura y función de este órgano. La toxicidad
producida por los plaguicidas organofosforados se debe principalmente a la
inhibición de la acetilcolinesterasa, lo que produce acumulación de
acetilcolina en las sinapsis colinérgicas. Otros de los efectos conocidos de
los plaguicidas organofosforados es el daño que pueden producir sobre la
coagulación sanguínea alterando el proceso de la hemostasia, ya que se
modifica el tiempo de coagulación; además, en años recientes se ha
encontrado que las manifestaciones tóxicas inducidas por estos plaguicidas
pueden estar asociadas con un aumento en la producción de especies
reactivas de oxígeno. En este contexto, el extracto de hojas del ginkgo biloba
(EGb) contiene flavonoides antioxidantes que podrían contrarrestar los
efectos tóxicos del malatión.
El objetivo de este trabajo fue analizar el posible efecto protector del
Ginkgo biloba (EGb) sobre el daño hepático y las alteraciones de la
coagulación sanguínea, producidas por la exposición a dosis bajas del
malatión. Para ello, ratas Wistar machos de 230 g fueron divididos en tres
grupos: A) Controles, B) Tratados malatión y C) Tratados con malatión+EGb.
El malatión se administró a dosis de 25 mg/kg/día disuelto en aceite de maíz
durante 20 días, vía oral. Los animales del grupo C, además de recibir el
malatión, se les administró EGb a una dosis de 4 mg/kg/3 veces semana/20
días, vía ip. Concluido el tratamiento, se obtuvo sangre de la arteria caudal
de las ratas para cuantificar las actividades séricas de GOT y de GPT
Resumen
x
(Schlebusch, et al., 1974), malondialdehido (Jentsch et al., 1996) y pruebas
generales de coagulación de la sangre RP, TS, TPT, TP (Laposata et al.,
1989). Posteriormente, los animales fueron sacrificados y se obtuvieron
muestras de hígado para cuantificar las concentraciones de glutatión
reducido (GSH, Cohn y Lyle, 1966), ATP (Adams, 1963) y la actividad
hepática de la transferasa de glutatión (GST, Habig, 1974). Los resultados
obtenidos fueron analizados con las pruebas de ANOVA y de Tukey-Kramer.
Con relación a los valores medios de los animales controles: 1) el tiempo de
protrombina aumentó 121% en animales tratados con malatión+EGb a los 5
días de tratamiento; 2) el tiempo parcial de tromboplastina aumentó 179% en
las ratas que recibieron malatión+EGb a los 5 días de tratamiento; 3) el grupo
de animales tratados con el insecticida malatión mostró una disminución en
el porcentaje de actividad de los factores II y X, así como el grupo tratado con
malatión+EGb; 4) las actividades séricas de GOT y GPT aumentaron 2324%
y 1472%, respectivamente, en los animales tratados con malatión a los 10
días de tratamiento, mientras que en las ratas tratadas con malatión + EGb
estos incrementos fueron de 220% para la GOT y 44% para GPT a los 10
días de tratamiento; 5) las concentraciones hepáticas de ATP de los
animales tratados con malatión disminuyeron significativamente, 70.3%. El
grupo de animales tratados con malatión+EGb mostró un aumento
estadísticamente significativo en comparación con el grupo intoxicado con el
malatión, 85%; 6) el tejido hepático de las ratas tratadas con malatión
presentó hepatocitos con un aumento de acidofilia, el núcleo de los mismos
disminuyó de tamaño y, además, se observó un aumento en el patrón de
tinción en comparación de las células del grupo control y el tejido hepático de
las ratas tratadas con malatión+EGb mostró que los hepatocitos no
presentaban daño celular.