Análisis de la migración de México a Estados Unidos y la importancia de las remesas en la economía mexicana

Abstract

RESUMEN

El fenómeno de la migración ha presentado un crecimiento acelerado en las últimas décadas a nivel mundial. El dinamismo de éste fenómeno responde a la necesidad de aquellos que deciden emigrar con el fin de mejorar sus condiciones de vida y acceder a mejores oportunidades de crecimiento para sus familias, en especial en el caso de trabajadores provenientes de los países en vías de desarrollo. Este fenómeno se incrementa frente a las diferencias económicas que ocurren entre las naciones más desarrolladas y menos desarrolladas en el mundo.

Sin embargo, éste fenómeno también responde al incremento de la integración de los mercados, en particular, en el ámbito laboral, ya que es cada vez mayor la necesidad que tienen los países más desarrollados de la mano de obra de trabajadores extranjeros.

México y Estados Unidos son dos países fronterizos en que la migración juega un papel muy importante. Para la relación bilateral asimétrica y crecientemente interdependiente, se trata del tema más relevante y sensible. La discusión sobre una reforma a las leyes de inmigración en Estados Unidos interesan a los inmigrantes, a los mexicanos allá y aquí en el país, así como al gobierno de México, mostrando claramente la necesidad de acuerdos bilaterales y de una política migratoria congruente con la complejidad y magnitud del fenómeno basada en un verdadero y genuino consenso nacional.

Hace un tiempo México y Estados Unidos se encaminaban hacia un entendimiento en torno a la migración mexicana, pero el 11 de septiembre de 2001 un ataque terrorista, cambió la perspectiva, transformando el tema social en un asunto de seguridad nacional. Sin embargo, a pesar de ello, la migración sigue y está cambiando a los dos países.

Es importante analizar sobre una posible reforma a la ley de inmigración, el tema de los mercados laborales de los inmigrantes mexicanos y el impacto de programas de trabajadores temporales quienes por su vulnerabilidad en cuanto a su estatus legal, a su desventaja educativa y a su desconocimiento del lenguaje, hace que los mexicanos en la economía de Estados Unidos laboren en empleo mal remunerados y en condiciones desventajosas respecto a otras poblaciones de inmigrantes.

Actualmente, a más de 13 años de entrada en vigor del TLCAN, ha aumentado la movilidad laboral y como es sabido, éste no contiene disposiciones que permitan la inmigración entre los países signatarios, a pesar de que desde el inicio de las negociaciones hubo fuertes presiones por parte de México para que se incluyeran cláusulas relativas al libre movimiento de personas. Posteriormente se decidió dejar fuera la migración en virtud de que su discusión podía poner en riesgo el tratado mismo por la resistencia de políticos y legisladores estadounidenses.

La expresión más visible de los intensos vínculos, relaciones y contactos entre los mexicanos de aquí y del vecino país, es el enorme flujo de remesas que desde hace varios años viene creciendo sistemáticamente en paralelo con la migración.

El tema de remesas se ha convertido en un aspecto macroeconómico, donde éstos flujos significan ingresos superiores a las exportaciones, a la inversión extranjera directa o al turismo.

Ante éste fenómeno organismos internacionales, gobiernos, instituciones financieras, organizaciones sociales y expertos en economía, reconocen la relevancia del tema y han generado diversos estudios, propuestas y programas, a fin de explicar el fenómeno, sus tendencias e impactos sociales y económicos en las naciones y regiones del mundo involucradas.