RESUMEN
El conocimiento de sí mismo es un proceso complejo que no puede ser descrito como sim-ple advertencia. Parece que a través de la simple sensación sólo se puede encarnar nuestra experiencia cotidiana, pero no un conocimiento completo de nuestra naturaleza humana. Si buscamos construir un concepto autorreferencial, tenemos que indagar en la simple expe-riencia del vivir y contrastarlo con un análisis cultural que permita entender el proceso de autorepresentación.
A partir de la propuesta de Ernst Cassirer se indagan las fases de este peculiar pro-ceso de construcción conceptual. Una revisión sobre la propuesta antropológica del autor establece que para lograr un autoconcepto es necesaria una reflexión cultural sobre el hom-bre. Se proponen tres tareas necesarias para el logro de un autoconcepto: la primera, es el desarrollo de una coordinación funcional en el que el individuo crea una relación entre su propia advertencia con una ley general; la segunda, una investigación basada en la naturale-za del símbolo; la tercera, una investigación cultural que necesita una interacción entre, lo que Cassirer llama el espíritu y la vida.
Sólo la tensión entre estos elementos proporciona un autoconcepto apropiado; sólo en una coordinación funcional, representada a través de símbolos, y enmarcada dentro del contexto cultural, el espíritu y la vida interactúan para desarrollar un concepto de sí mismo.
ABSTRACT
Self-knowledge is a complex process which cannot be described as self-awareness.
It may look like our daily experience could only be embodied through mere sensations, rather than a complete knowledge of our human nature. If we look for building a concept of self-reference, we have to inquire on the very experience of living and to compare them on a cultural analysis which allows us to understand the process of self-representation.
Based on Ernst Cassirer’s approach, all phases of this peculiar self-construction concept can be explored. A review upon Cassirer´s anthropological proposal establishes that in or-der to achieve a concept of the self, a cultural analysis about him is necessary. Three main tasks are proposed to achieve this goal: First, the development of a functional coordination in which the individual creates a relation between his own self-awareness and a general law; second, research based on the nature of the symbol; and third, a cultural inquiry that calls for an interaction between what Cassirer calls “Spirit and Life”.
Only through the tension between these elements an appropriate concept of the self is pro-vided; solely in a functional coordination, represented through symbols, and framed within the cultural context, spirit and life interact to develop a self-concept.