RESUMEN:
Desde la antigüedad, sustancias como el cacao, cannabis y peyote formaban parte de prácticas culturales sin ser vistas como un problema social. En el siglo XIX, el uso de opio y cocaína creció, causando preocupación en clases altas y trabajadores urbanos. A inicios del siglo XX, este consumo se vinculó con degeneración racial, especialmente tras el colonialismo europeo. En México, la criminalización del uso de marihuana y alcohol en los años 1920 afectó a clases bajas e inmigrantes. En el siglo XXI, las políticas contra el narcotráfico aumentaron violencia y problemas de salud pública. El modelo prohibicionista ha fallado en controlar el consumo, y el Estigma por Uso de Sustancias (EUS) ha marginalizado a las personas usuarias, limitando su acceso a tratamiento, empleo, educación y salud. Esta investigación se centra en las estrategias de afrontamiento del EUS utilizando entrevistas semiestructuradas a personas usuarias en la región Bajío. Los resultados muestran que la principal estrategia es el ocultamiento, lo que refleja un deseo de proteger la privacidad. También emergen estrategias proactivas, como la negación, que permiten desafiar el estigma con evidencia concreta en un contexto geográfico caracterizado por el conservadurismo debido a la profunda relación entre la cultura, la religión y las normas sociales que prevalecen en las comunidades de la región. A esto se suma la presencia de un biopoder paralegal, caracterizado por la influencia de grupos del crimen organizado. Se destaca que estas estrategias no solo son decisiones personales, sino negociaciones simbólicas con el potencial de reconfigurar la narrativa sobre el uso de sustancias ilegalizadas, resaltando la resiliencia de las personas usuarias. El estudio del afrontamiento puede ser una herramienta valiosa para contrarrestar la estigmatización y promover un enfoque que respete los derechos humanos, pues nos muestra como las personas usuarias afrontan la discriminación y exclusión social.
Palabras clave
Estigma social, ocultamiento, negación, afrontamiento
ABSTRACT:
Since ancient times, substances like cacao, cannabis, and peyote were part of cultural practices without being considered a social problem. In the 19th century, the use of opium and cocaine increased, causing concern among the upper classes and urban workers. At the beginning of the 20th century, consumption became linked to racial degeneration, especially after European colonialism. In Mexico, the criminalization of marijuana and alcohol in the 1920s affected lower classes and immigrants. In the 21st century, drug war policies increased violence and public health issues. The prohibitionist model has failed to control consumption, and Substance Use Stigma (SUS) has marginalized users, limiting their access to treatment, employment, education, and healthcare. This research focuses on the coping of SUS using semi-structured interviews with users in the Bajio region. The results show that the main coping strategy is concealment, which reflects a desire to protect privacy. Proactive strategies also emerge, such as denial, that allow stigma to be challenged through concrete evidence, in a geographical context marked by conservatism, due to the deep relationship between culture, religion and the predominant social norms in the communities of the region. Added to this is the presence of a paralegal biopower, characterized by the influence of organized crime groups. It is emphasized that these strategies are not merely personal decisions, but symbolic negotiations with the potential to reconfigure the narrative surrounding the use of illegalized substances, highlighting the resilience of users. Coping studies emerge as valuable tool to counter stigmatization and encourage a human rights-centered approach.
Keywords
Social stigma, concealment, denial, coping.