RESUMEN
Antecedentes: La enfermedad renal crónica (ERC) es una de las patologías con mayor impacto económico social tanto en México como en todo el mundo. En países subdesarrollados y en Aguascalientes, se observa cada vez con mayor frecuencia y prevalencia en adultos jóvenes, siendo la “causa desconocida” la de mayor presentación. Se ha propuesto el uso de biomarcadores que permitan la detección más precisa de la disfunción renal y detener su progresión.
Metodología: Se seleccionaron las proteínas SerpinA3, Hsp72 y FGF23 como biomarcadores de daño túbulo-intersticial. A los pacientes reclutados se aplicó un cuestionario sobres sus antecedentes y factores de riesgo y se hizo una medición de somatometría. Además, se recolectaron muestras de sangre venosa periférica y orina, las cuales fueron almacenadas a -80°C hasta el momento de su procesamiento. Los niveles de SerpinA3 y Hsp72 urinarias se midieron mediante Western Blot, mientras que para FGF23 sérico se utilizó el método de ELISA tipo sándwich.
Resultados: De marzo 2020 a agosto 2021 se reclutaron de 91 pacientes. La edad promedio fue de 19.3 años (± 12.7), el 50.5% (n=46) correspondió al sexo masculino. Los individuos se clasificaron en cuatro grupos, perteneciendo el 24.2% (n=22) a albuminuria aislada, el 20.9% (n=19) a albuminuria persistente, el 27.5% (n=25) al grupo control positivo y el 27.5% (n=25) correspondió al grupo de control negativo. Dentro de las características somatométricas y bioquímicas que resultaron significativas entre los grupos resaltan el IMC, la creatinina sérica, la TFG y el índice albumina creatinina (p<0.001). El análisis de los niveles de SerpinA3u mostró una diferencia significativa entre grupos (p<0.001), sin embargo, la diferencia entre el grupo control negativo y el de albuminuria persistente no fue significativo (p=0.056). Los niveles de Hsp72u mostraron una diferencia significativa entre grupos (p=0.019), pero la diferencia entre el control negativo y el de albuminuria persistente no fue significativo (p=0.114). FGF23 sérico no mostró significancia para ningún grupo.
Conclusiones: Los biomarcadores seleccionados no resultaron útiles para esta población debido a las características demográficas e histopatológicas de los individuos. Es importante continuar con la búsqueda de nuevos biomarcadores debido a la alta incidencia y prevalencia de ERCT en nuestro estado.
Palabras clave: Enfermedad renal crónica, albuminuria persistente, escrutinio, biomarcadores, SerpinA3, Hsp72, FGF23.
ABSTRACT
Background: Chronic kidney disease (CKD) is one of the pathologies with the greatest social economic impact both in Mexico and worldwide. In underdeveloped countries and in Aguascalientes, it is observed with increasing frequency and prevalence in young adults, being the "unknown cause" the most common presentation. The use of biomarkers has been proposed to allow a more accurate detection of renal dysfunction and to stop its progression.
Methodology: SerpinA3, Hsp72 and FGF23 proteins were selected as biomarkers of tubulo-interstitial damage. The recruited patients underwent a questionnaire about their history and risk factors and somatometry measurement. In addition, peripheral venous blood and urine samples were collected and stored at -80°C until processing. Urinary SerpinA3 and Hsp72 levels were measured by Western Blot, while for serum FGF23 the sandwich ELISA method was used.
Results: From March 2020 to August 2021, 91 patients were recruited. The mean age was 19.3 years (± 12.7), 50.5% (n=46) corresponded to male sex. The individuals were classified into four groups, with 24.2% (n=22) belonging to isolated albuminuria, 20.9% (n=19) to persistent albuminuria, 27.5% (n=25) to the positive control group and 27.5% (n=25) to the negative control group. Among the somatometric and biochemical characteristics that were significant between groups were BMI, serum creatinine, GFR and albumin-creatinine index (p<0.001). The analysis of SerpinA3u levels showed a significant difference between groups (p<0.001), however, the difference between the negative control group and the persistent albuminuria group was not significant (p=0.056). Hsp72u levels showed a significant difference between groups (p=0.019), but the difference between negative control and persistent albuminuria was not significant (p=0.114). Serum FGF23 did not show significance for either group.
Conclusions: The selected biomarkers were not useful for this population due to the demographic and histopathological characteristics of the individuals. It is important to continue the search for new biomarkers due to the high incidence and prevalence of ESRD in our state.
Key words: chronic kidney disease, persistent albuminuria, screening, biomarkers, SerpinA3, Hsp72, FGF23.
