Competencia clínica del médico familiar en el diagnóstico y tratamiento de la depresión en el adulto mayor en base a la Guía de Práctica Clínica IMSS-194-10 en la UMF 11 IMSS Aguascalientes

Abstract

RESUMEN INTRODUCCION: A nivel mundial hay un subdiagnóstico de la depresión en el adulto mayor, la cual posee características incapacitantes que impactan en el desarrollo del individuo; el médico de primer nivel requiere contar con el conocimiento, las habilidades y la destreza para identificar la problemática y ofrecer una solución acertada. La competencia clínica es el modelo que se busca seguir para lograrlo. Los estudios disponibles muestran deficiencia de competencia clínica del médico en diversos escenarios, en el caso particular de la depresión en el adulto mayor no se cuenta con datos suficientes que muestren un panorama de la situación actual por lo que limita las posibilidades de realizar intervenciones prudentes encaminadas a la mejora. OBJETIVO: Conocer el nivel de competencia clínica de los médicos familiares en el diagnóstico y tratamiento de la depresión en el adulto mayor en base a la guía de práctica clínica IMSS- 194-10 en la UMF No.11, Aguascalientes. MATERIAL Y MÉTODOS: Se realizó un estudio transversal descriptivo observacional, a 35 médicos familiares de primer nivel de atención de la UMF-11 en 2018. Se efectuó, validó y aplicó un instrumento construido en base a la GPC (Guía Práctica Clínica) IMSS 194-10 abarcando las dimensiones de la competencia clínica. RESULTADOS: Se encontró que 17% (n=6) de los médicos familiares encuestados cuentan con un nivel alto de competencia clínica en el diagnóstico y tratamiento de la depresión en el adulto mayor, el 71% (n=25) con un nivel medio y el 11% (n=4) un nivel bajo. Dentro de las dimensiones que integran la competencia clínica, la habilidad fue la mejor calificada. De los indicadores empleados se obtuvo un mayor porcentaje de respuestas correctas en integración diagnóstica (89%) e Identificación de factores de riesgo (87%), los que obtuvieron menor porcentaje fueron pronóstico y seguimiento terapéutico (54% y 48% respectivamente). CONCLUSIONES: Los médicos familiares de la UMF No.11 del IMSS Aguascalientes cuentan con un nivel de competencia clínica medio en el diagnóstico y tratamiento de la depresión en el adulto mayor. Se sugiere la implementación de estrategias educativas para mejorar la competencia clínica en el tema, incidiendo prioritariamente en los temas de pronóstico y seguimiento terapéutico.

ABSTRACT INTRODUCTION: Worldwide there is a subdiagnosis of depression in the elderly, which has disabling characteristics that impact on the development of the individual; the firstlevel physician requires the knowledge, skills and attitude to identify the problem and offer an appropriate solution. Clinical competence is the model that is pursued to achieve it. The available studies show deficiency of clinical competence of the doctor in various scenarios, in the particular case of depression in the elderly there is not enough data to show an overview of the current situation so it limits the possibilities of performing prudential interventions aimed to the improvement. OBJECTIVE: To know the level of clinical competence of family physicians in the diagnosis and treatment of depression in the elderly based on the clinical practice guide IMSS-194-10 in the UMF No.11 Aguascalientes. MATERIAL AND METHODS: A cross-sectional descriptive, observational study was conducted on 35 family physicians of the first level of care of the UMF-11 in 2018. An instrument built on the basis of the CPG (Clinical Practice Guide) IMSS 194 -10 covering the dimensions of clinical competence was carried out, validated and applied. RESULTS: It was found that 17% (n = 6) of the surveyed family doctors have a high level of clinical competence in the diagnosis and treatment of depression in the elderly, 71% (n = 25) with a medium level and 11% (n = 4) a low level. Within the dimensions that make up the clinical competence, the skill was the best qualified. Of the indicators used, a higher percentage of correct responses was obtained in diagnostic integration (89%) and identification of risk factors (87%). Those that obtained a lower percentage were prognosis and therapeutic follow-up (54% and 48% respectively). CONCLUSIONS: The family physicians of the UMF No.11 of the IMSS Aguascalientes have a level of clinical competence in the diagnosis and treatment of depression in the elderly. It is suggested the implementation of educational strategies to improve clinical competence in the subject, with priority on issues of prognosis and therapeutic follow-up.