La litiasis biliar está presente en un 10-15% de la población mundial. El
tratamiento de la coledocolitiasis ha evolucionado de manera significativa en las tres últimas
décadas. En la actualidad, la esfinterotomia endoscópica asociada a la colecistectomía
laparoscópica representa la técnica más utilizada en su manejo. En algunos centros la
extracción de los cálculos coledocianos se realiza de manera rutinaria mediante
laparoscopía, y es probable que en un futuro esta técnica se generalice. En la cirugía clásica
para el manejo de la litiasis de la vía biliar principal, la extracción de los cálculos mediante
coledocotomia y cierre de la misma más colocación de un drenaje de Kehr ha sido el
paradigma universalmente aceptado. En un intento de simplificar y mejorar el procedimiento
quirúrgico, se están popularizando técnicas poco difundidas, como la extracción transcística
de los cálculos o el cierre primario de la vía biliar sin colocar drenaje de Kehr.
Material y métodos: Estudio ambispectivo, analítico, abierto y transversal. Se incluyeron
pacientes con diagnóstico de coledocolitiasis intervenidos quirúrgicamente en el Centenario
Hospital Miguel Hidalgo en el periodo de enero de 2011 a diciembre de 2016 en quienes se
realizó coledocorrafia primaria o colocación de sonda T posterior a la exploración de la vía
biliar principal. Se analizaron variables sociodemográficas, bioquímicas, estancia
hospitalaria, morbilidad y mortalidad.
Resultados: Se analizaron 20 pacientes en el grupo de coledocorrafia primaria y 14 en el
grupo de sonda T. Se encontró diferencia con significancia estadística en el sangrado y el
tamaño de los litos a favor del grupo de cierre primario, se presentó menor estancia
hospitalaria e inicio más temprano de la vía oral a favor del grupo de cierre primario, sin
significancia estadística. La incidencia de complicaciones asociadas a la coledocorrafia
primaria fue del 15%. En el grupo de sonda en T la incidencia fue de 28%. No se presentó
mortalidad.
Conclusión: Los resultados clínicos entre la coledocorrafia primaria con o sin endoprotesis
son iguales que con la colocación de sonda en T en el manejo de pacientes con
coledocolitiasis. La coledocorrafia primaria evita la morbilidad asociada al uso de sonda T.
Biliary lithiasis is present in 10-15% of the world's population. Treatment of
choledocholithiasis has evolved significantly in the last three decades. Currently, endoscopic
sphincterotomy associated with laparoscopic cholecystectomy represents the most
commonly used technique. In some centers the extraction of the calculus is done routinely
by laparoscopy, and it is likely that in the future this technique will be generalized. In classical
surgery for the management of lithiasis of the main biliary tract, extraction of the stones by
choledochotomy and closure of the same plus placement of a Kehr drainage has been the
universally accepted paradigm. In an attempt to simplify and improve the surgical procedure,
little-known techniques such as transcystic extraction of the stones or primary closure of the
biliary tract without placing Kehr drainage are becoming popular.
Material and methods: Ambispective, analytical, open and transversal study. We included
patients with a diagnosis of choledocholithiasis surgically operated at the Centenario Miguel
Hidalgo Hospital from January 2011 to December 2016 in whom primary choledochorrhage
or T-tube placement was performed after exploration of the main biliary tract.
Sociodemographic, biochemical variables, hospital stay, morbidity and mortality were
analyzed.
Results: Twenty patients were analyzed in the primary choledochorrhaphy group and 14 in
the T-group. A difference with statistical significance was found in bleeding and lithologic
size in favor of the primary closure group, a shorter hospital stay and Early onset oral route
in favor of the primary closure group, with no statistical significance. The incidence of
complications associated with primary choledochorrhage was 15%. In the T-probe group the
incidence was 28%. There was no mortality.
Conclusion: The clinical results between primary choledochorrhage with or without
endoprosthesis are the same as with T-tube placement in the management of patients with
choledocholithiasis. Primary choledochorrhage prevents morbidity associated with T-tube
use.